lunes, 26 de diciembre de 2011




GRUPO IMPULSOR POR LA DEFENSA DEL AGUA
Sociedad Civil Organizada Región Tacna

PRONUNCIAMIENTO 08 - 2011

EL HEROICO PUEBLO DE TACNA RESPALDA AL PUEBLO DE CAJAMARCA

El Grupo Impulsor por la Defensa del Agua y el Medio Ambiente se dirige a la opinión pública nacional y regional para expresar lo siguiente:

1. El pueblo peruano en las últimas elecciones apostó por la GRAN TRANSFORMACIÓN, que significaba la defensa irrestricta de nuestro patrimonio, recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, además, el respeto a la voluntad de los pueblos y comunidades a través de las consultas ciudadanas para reforzar los mecanismos de diálogo y definir el tema crucial, por el que pasan muchas comunidades del territorio nacional, frente a la voracidad de las empresas mineras.

2. Tacna, al igual que el resto del Perú profundo, hace más de 50 años vivimos en carne propia los estragos, la prepotencia, la brutalidad de la más salvaje contaminación de una empresa minera irresponsable que ha vulnerado los derechos fundamentales de las personas humanas, al no permitirnos vivir en un ambiente saludable y equilibrado, depredando y contaminando las pocas aguas buenas en la Región.

3. El Grupo Impulsor por la Defensa del Agua y el Medio Ambiente expresa su total respaldo al pueblo de Cajamarca que está en pie de lucha. En la hora presente, nuestros hermanos cajamarquinos, se constituyen en el principal referente de la defensa del AGUA, la tierra y la libertad amenazadas. Vivir en un espacio natural, libre de contaminación y lejos de la prepotencia de las empresas mineras es una exigencia a la que el pueblo de Tacna respalda plenamente.

4. El pueblo exige un cambio en la política de Estado respecto a las actividades extractivas que explotan nuestros recursos naturales. Un cambio que garantice la preservación, el cuidado y el buen uso de las fuentes de agua ubicadas en la cabecera de cuencas. Un cambio de rumbo en el modelo económico es la exigencia del pueblo en esta hora decisiva.

¡El AGUA vale más que el cobre y el oro!

Tacna, 26 de Diciembre 2011


E-mail: Mudamat@gmail.com - Teléfono: 952-019347

jueves, 15 de diciembre de 2011

CONGA: PRONUNCIAMIENTO UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA


UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LAMOLINA

Centro Federado de Ciencias

Pronunciamiento

El Centro Federado de Ciencias (CFC), agremiación de los estudiantes de las especialidades de Biología, Ingeniería Ambiental y Meteorología de la Universidad Nacional Agraria La Molina, manifiesta lo siguiente con relación al debate nacional sobre la viabilidad del Proyecto Conga:

Conociendo las torpes actuaciones de la empresa Yanacocha hacia la población de Cajamarca en conflictos socioambientales anteriores, como el caso del derrame de mercurio en el pueblo de Choropampa, o en el de las pretensiones de explotación del Cerro Quilish, se abre un nuevo conflicto entre la empresa señalada y campesinos cajamarquinos por la puesta en marcha del Proyecto Conga. Estos antecedentes no ayudan a la empresa Yanacocha a generar confianza en las personas que serán tanto directa como indirectamente afectadas por el funcionamiento del proyecto minero. El propio Estudio de Impacto Ambiental (EIA) realizado por la empresa Knight Piésold Consultores menciona lo siguiente: “En términos generales, los líderes y autoridades locales del Área de Estudio General (AEG) consideran que la actividad minera provocará importantes impactos negativos sobre el agua y suelos, y consiguientemente sobre la actividad agrícola. Por otro lado, mencionan que el desarrollo de proyectos mineros trae los efectos perniciosos de la inmigración, como robos, prostitución y alcoholismo.”, evidenciando así una imagen negativa, justamente construida, en las mentes de los cajamarquinos a lo largo de tantos años de malas relaciones entre las comunidades y la minería.

Asimismo, vemos con preocupación las objeciones presentadas por el Ministerio del Ambiente al EIA del Proyecto Conga. Entre los cuales destacan las siguientes –citas del artículo de IDL reporteros “De lagunas a desmontes”-:

• Que de las cuatro lagunas que serán secadas; sólo dos, Perol y Mala, serán vaciadas para extraer el oro. Las otras dos, Azul y Chica, “serán vaciadas y utilizadas como depósitos de desmontes”.

• También indica el informe que “la evaluación de los humedales (lagunas altoandinas, bofedales) no se ha desarrollado en función a la fragilidad del ecosistema que se pretende intervenir”.

• Según el informe del Ministerio del Ambiente, el EIA de Newmont/Yanacocha no considera “las microcuencas de manera integral”. Por eso, “el criterio y análisis de afectación a los caseríos y centros poblados debiera realizarse por cada microcuenca hidrográfica”.

• A la vez, el Informe sostiene que “la vulnerabilidad de la zona de emplazamiento del proyecto por ser una cabecera de cuenca requiere un análisis hidrológico e hidrogeológico detallado”. De hecho, añade, “no se han realizado estudios que de manera fehaciente demuestren que los depósitos de relaves no producirán filtraciones (…) riesgo potencial, toda vez que en el EIA se confirma la existencia de flujos hídricos subterráneos(…). Por ello, el EIA debió haber contemplado estudios complementarios que aclaren estos aspectos”.

• En cuanto a la valoración económica del Estudio de Impacto Ambiental de Yanacocha, el informe presentado por el ministro Giesecke indica entre otras cosas que “la estimación del valor económico de la biodiversidad es insuficiente… una gran variedad de especies de flora y fauna que se han identificado en la zona …no ha sido valorada”. En ese sentido, creemos en el CFC, que se debe impulsar la valoración económica también de los servicios ecosistémicos, así también que se debe generar conocimiento científico para estos fines.

• A la vez, luego de puntualizar que “la Ley de Recursos Hídricos en su artículo 75º, reconoce las cabeceras de cuenca como zonas ambientalmente vulnerables, pudiendo inclusive declararse su intangibilidad”, y dado que “el Proyecto se desarrollará sobre una cabecera de cuenca que abastece a 5 microcuencas, se recomienda una mayor evaluación a travésde un experto reconocido en la materia”.

Desde el CFC creemos que tanto el Gobierno Central, Regional y Locales deben garantizar el diálogo entre las partes en conflicto, priorizando las necesidades e intereses de las poblaciones potencialmente afectadas a lo largo de todas las microcuencas nacientes de la cabecera en cuestión. También consideramos fundamental fortalecer los mecanismos de consulta a todas las poblaciones potencialmente afectadas.

Más allá de un problema técnico de gestión ambiental –que puede ser solucionado-, este es un problema que tiene un importante componente político y social, de anteriores malos manejos ambientales por una empresa que genera utilidades millonarias en una Región donde, por ejemplo, en el Área de Estudio Específico (AEE) del EIA presentado por Yanacocha, demuestra que solo el 10% de las viviendas están conectada a una red pública de agua potable. Estas contradicciones no se van a solucionar con nuevo EIA y requieren más bien de una discusión más densa sobre el modelo de desarrollo que estos pueblos desean para si mismos.

Por lo tanto, llamamos a los Gobiernos Central, Regional y Locales a propiciar un trabajo de verdadera participación e inclusión social. Comenzando por impulsar y priorizar el tan necesario Ordenamiento Territorial que defina de una vez en que zonas del país es adecuado realizar actividades extractivas, en cuales actividades agropecuarias y en cuales estas puedan convivir. Consideramos que mientras no se realice este trabajo en consenso y conocimiento de los pueblos, estamos ante una país lleno de bombas de tiempo que tarde o temprano van a reventar. Ayer fue Tía María, hoy es Conga, el mañana depende de lo que hagamos como Estado en pos de un Plan de Nación y Ordenamiento Territorial construido y asimilado con los pueblos.

Por último, instamos a los demás estudiantes y profesionales de las áreas de las ciencias naturales, ambientales y sociales a manifestarse públicamente sobre este conflicto socioambiental, para así enriquecer el debate sobre la viabilidad del Proyecto Conga.

Centro Federado de Ciencias dela Universidad Nacional Agraria La Molina.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

PRONUNCIAMIENTO DEL FRENTE DE DEFENSA DE LOS INTERESES Y DERECHOS PROVINCIA HUALGAYOC-BAMBAMARCA (FREDIDP)


A la opinión pública, a nuestro pueblo de la Provincia de Hualgayoc–Bambamarca, Rondas Campesinas, Organizaciones de Base, Instituciones Públicas y Privadas, ante las últimas informaciones de los medios de comunicación que el día de mañana martes 13 hay una reunión de diálogo en la ciudad de Cajamarca, entre autoridades y dirigentes con un ministro de estado, les decimos que nosotros desconocemos totalmente sobre este tema, e informamos a no dejarse sorprender por campañas mediáticas de ciertas autoridades y seudos dirigentes que están de lado de las empresas mineras, queriendo entrar como mediadores y solucionadores del problema, a estos dirigentes y autoridades les decimos ¿Dónde estuvieron cuando el pueblo estaba en pie de lucha en el paro indefinido, en defensa del agua y la vida?, el pueblo repudia esta actitud, y seguramente también les juzgará. El frente de Defensa de los Intereses y Derechos de la Provincia de Hualgayoc-Bambamarca, emitimos un mensaje de confianza y lealtad al pueblo. Para tener un dialogo con el Ejecutivo sobre el problema del Proyecto Minero Conga, primero consultaremos al pueblo, y que nuestra función como dirigentes sea transparente, luchar de la mano con el pueblo, nuestras autoridades para obtener un resultado positivo “QUE EL PROYECTO MINERO CONGA SEA DECLARADO INVIABLE Y QUE LA ZONA DE NUESTRAS LAGUNAS SEA DECLARADA INTANGIBLE”. Desconocemos toda coordinación entre el ejecutivo y representantes de nuestra provincia para hacer reuniones y/o mesas de diálogo, así también desconocemos y desautorizamos al Sr. Atilano López de meterse en este tema, ya que no es su competencia, más bien también le hacemos la pregunta ¿Dónde estuvo este señor cuando nuestro pueblo estaba en paro en las partes altas en defensa del agua?¿Ha emitido algún pronunciamiento de apoyo a nuestro paro por parte de su institución al cual representa?.

Nuestra provincia ya no está para ser utilizada como juguete, y satisfacer apetitos personales y de grupo, NUNCA MÁS NUESTRO PUEBLO SERÁ BURLA DE NADA Y DE NADIE. SIEMPRE DE PIE NUNCA DE RODILLAS. HASTA LA VICTORIA.

Nuestro pueblo se merece respeto, castigo ejemplar a los traidores y vendidos.

¡Viva nuestra medida de lucha en defensa del agua y de la vida!

¡Viva nuestras autoridades y dirigentes que luchan por el bienestar de su pueblo!

¡Viva nuestros ciudadanos y ciudadanas del campo y la ciudad que luchamos unidos por la defensa del agua!

Atentamente.

Lic. EDY BENAVIDES

Presidente del Frente de Defensa de los Intereses y Derechos Provincial Hualgayoc - Bambamarca. Región Cajamarca

viernes, 11 de noviembre de 2011

ENTREVISTA A SACERDOTE MARCO ARANA SOBRE PROYECTO MINERO CONGA

Servindi, 10 de noviembre, 2011.- El padre y lider ambiental Marco Arana expuso en una entrevista audiovisual el por qué coincide con la inviabilidad del proyecto Conga, en Cajamarca, tal como está diseñado y con la tecnología que pretende aplicarse. Asimismo, advierte sobre los graves impactos que ocasionaría para el ambiente y la población.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Cabeceras de Cuenca en Cajamarca, ¿por qué debemos defender y protegerlas?, o la inviabilidad del proyecto minero Minas Conga

Introducción

Desde el inicio de la explotación de oro el desarrollo de la empresa minera Yanacocha -titular de Minas Conga- está acompañado de permanentes denuncias por la contaminación y destrucción de las fuentes de agua. No hay que olvidar que esta empresa está instalada en el divortium aquarium que separa las aguas en la parte alta de una cabecera de cuenca. Es decir, allí nacen las aguas en una altura de aproximadamente 3000 a 3500 metros sobre el nivel del mar, se dividen, discurren libremente a las partes intermedias y bajas de las cuencas y posteriormente desembocan al mar, van al pacifico o al atlántico.

Luego regresan nuevamente como lluvia –al terminar el proceso de evaporación en alta mar- a las montañas donde están localizadas las empresas mineras. El agua nunca se pierde.

Además en esta jalca cajamarquina llueve en promedio 30 – 50% más (1200mm/año) que en los valles interandinos. Lo que pasa en la parte alta de la cuenca tiene su repercusión inmediata en la parte intermedia y baja. Para mala suerte de los campesinos que viven en esta zona desde tiempo inmemoriales, donde nace el agua en los acuíferos[1] también se halla el oro, diseminado en pequeñas partículas en las rocas por explotar. Están juntos y inseparables, el agua y el oro, la famosa maldición de los incas.

Yanacocha trabaja al tajo abierto, usa el cianuro tóxico durante el proceso de lixiviación –en las canchas- para atrapar el oro y solo propala la idea públicamente que apenas “impacta” al medio ambiente. O sea, ha difundido y manipulado la idea que su proceso tecnológico es limpio, no contamina y que responsablemente estaría respetando las leyes, normas y al medio ambiente. Se presenta como una minería inocua, que no hace daño. Sin embargo, está probado que su proceso tecnológico utiliza ingentes cantidades de agua por extraer el oro de una tonelada de rocas y tierra y que para esta necesita mínimamente 3M3 de agua[2], y 200 g de cianuro. Mueven en la actualidad alrededor de 600 000 toneladas métricas de roca/tierra/día. “Legalmente” Yanacocha ha conseguido permisos fraudulentos por gastar agua –sin pagar un solo sol- hasta por 900L/s, más de cuatro veces la cantidad que consume la ciudad de Cajamarca[3].

Contaminación de las aguas[4]

Desde el año 1994 aparecen las primeras denuncias por la contaminación del agua y la muerte repentina de truchas, entre otros animales muertos, dentro de circunstancias no esclarecidas hasta la fecha en la zona aledaña al cerro Quilish[5]. Existe un estudio exhaustivo del ministerio de salud que da cuenta que durante 1991 y 1992 las aguas fueron limpias, cristalinas, sanas, sin la presencia de metales pesados y con un nivel de pH neutro. A partir de 1993[6] esta situación varía sustancialmente.

Cuando aparecen las primeras trazas de metales en el agua potable la mina responde que es normal, porque se encuentran dentro de los límites máximos permisibles (LMP). En otras palabras, antes que se explotaba el oro, el agua sí estuvo pura, sin estar contaminada y ahora sí existe contaminación – aún por debajo de los LMP- y según la minera ésta es legal y que no es nociva.

Yanacocha y su aparato propagandístico, con la ayuda de la prensa comprada y de las autoridades corruptas de Cajamarca, “bombardea” a la opinión pública permanentemente la idea de que la contaminación – el término nunca es aceptado por la empresa- corresponde legalmente a las leyes peruanas.

Lo que quieren decir es que no contaminan, pero sí impactan al medio ambiente y al agua. Por todo esto se creen una minería “inofensiva” y en términos tecnológicos utilizarían una tecnología segura, internacionalmente aceptada y consagrada. Demás está decir que esta minería reposa en tecnologías obsoletas. En suma, hay que erradicar de nuestro análisis ambientalista – de una vez por todas- la palabra afectada, porque suena anodina, casi no pasa nada. No. Esta minería y su tecnología son destructivas y contaminantes.

Las leyes peruanas actuales no han contemplado una rigurosa fiscalización técnica-científica, evocando únicamente a la buena fe o suponiendo que nada y nadie esté cometiendo a priori un delito ambiental. Dado que la suposición cimentada escrita difunde la errada idea de una minería moderna. ¿Para qué entonces evaluar los procedimientos técnicos? En esta lógica todo monitoreo profundo y científico del agua es una perdida de tiempo.

Los estudios de impacto ambiental (EIA) son otra falacia. Todos los EIA están escritos con frases gramaticales de suponer, presentir o estimar, cuyo valor científico es cero. Parece más bien a un tanteo de buenas intenciones. En ciencias exactas- como p.e. medir la cantidad y calidad de las aguas- de lo que es medible, allí no caben las menores dudas, ni tanteos, ni especulaciones. No es sensato, solo tiene entrada al terreno de la mera especulación. Esto pertenece a la ciencia ficción. Un EIA generalmente trata de avizorar escenarios futuros, cuando la historia minera acerca de la destrucción y contaminación de las aguas, sobre todo en las cabeceras de cuenca ya hace rato aporta muchos elementos técnicos-científicos valiosos para su análisis correcto e histórico.

Pronosticar el futuro de la calidad y cantidad de aguas es un tema recurrente en los EIA. Pero pronosticar es incierto, no es afirmativo ni inequívoco. Va en contra de los principios básicos de la ciencia exacta, cuando se mide el agua. Los resultados en ciencias exactas son irrefutables. Porque son valores reales. Sobran bastantes pruebas históricas que muestran que esta tecnología minera es – valga la redundancia- contaminante y destructiva. Todas estas pruebas científicas-técnicas nunca fueron evaluadas durante la elaboración de un EIA, hechos por consultorías ligadas íntimamente a Yanacocha. Devienen y son “juez y parte”.


Destrucción de las fuentes de agua y descenso de la napa freática

Por otro lado, lo que se constata también es que la napa freática está en continuo descenso, más de 130 metros[7]. Esto es el caso del proyecto minero La Quinua, que es la parte alta de la sub-cuenca del rio Grande, al lado este del cerro Quilish[8]. En otras palabras, la capacidad del acuífero en su recarga durante la época de la lluvia es prácticamente nulo o inexistente[9].

La intensa actividad minera ha cambiado el paisaje natural. Todos los cerros que contienen el oro son destruidos, movidos o desplazados a otros lugares. Nada recuerda al paisaje original. Los “nuevos cerros” tienen una altura de construcción de 150 metros, más de 30 metros que la altura recomendada[10]. Las geomembranas que debieron proteger al suelo y retener las filtraciones que contienen los metales pesados y aguas ácidas se rompen por el excesivo peso al que son sometidos[11].

La vida útil de una geomembrana de un espesor de una pulgada bordea apenas los 30 años. Al producirse un evento desastroso, p.e. una filtración las aguas contaminadas llegarían en menos de media hora a la ciudad de Cajamarca. Otro es el drenaje de aguas cianuradas que fluyen descontroladamente hacia los ríos y quebradas. Por ello, este daño ambiental es irrecuperable, es un hecho irreversible. No hay tecnología en el mundo que pueda remediar o solucionar a esta destrucción, es inejecutable.

Este proceso destructivo es muy lento, dado que la explotación minera es gradual y que no se detiene nunca, realizando trabajos mineros las 24 horas del día. Poco a poco las aguas subterráneas, las lagunas y manantiales desaparecen, son desviadas hacia otras partes, hacia debajo de los cerros o simplemente son desterrados de su cauce natural[12]. Las lagunas Yanacocha y San José hoy ya no existen. El acuífero nunca más recupera su estado natural, similar a de el antes del inicio de la explotación minera.

Incluso al inicio y durante la época de las lluvias se observa constantemente que el río Porcón y Grande, principales abastecedores del agua potable cargan y arrastran muchas aguas turbias[13], más de lo usual en comparación con décadas anteriores. Esta es una señal contundente que las lluvias no son inmovilizadas ya que corren muy rápido desde la parte alta hasta la baja de la cuenca. Lo que impide la habitual recarga de almacenamiento del acuífero.

Allí está el verdadero daño hidrológico que frecuentemente genera esta tecnología empleada. Una vez que se ha destruido al acuífero, ya está perdido para siempre.

El agua superficial y subterránea que componen un acuífero son como las venas que transportan nuestra sangre. Arruinadas las venas, el cuerpo que las sostiene muere. Se vuelve exangüe.

Los que antes fueron cerros verdes con agua, con floreciente vida; al final de una explotación minera han desaparecidos, ahora los “nuevos” cerros erguidos en las canchas de lixiviación dan un testimonio de abandono y tristeza. Por eso es que no tenemos agua en la ciudad de Cajamarca[14].

Las deficiencias técnicas del estudio de impacto ambiental de Minas Conga

El EIA[15] de Minas Conga -aprobado el 27 de octubre de 2010- adolece de muchas deficiencias técnicas. El dueño de esta mina es Minera Yanacocha SRL, con sus socios Compañía de Minas Buenaventura (Perú), Newmont Mining Corporation (EEUU) y la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.

Se ubica en un área de aproximadamente 3000 Has., a una altura de entre 3500 – 4300 msnm. Se calcula un contenido mineral de 3.1 billones de libras de cobre (Cu 0.28%, Au 0.72gr/t) y 11.6 millones de onzas de oro por explotarse durante los próximos 17 años.

En el área de la mina se encuentran las cuencas Alto Jadibamba, Chirimayo, Chugurmayo, Chailhuagón y Toromacho. Las masas de agua son las lagunas Cortada, Azul, Chica, Perol[16], Mala y Chailhuagón.

Sorprende la poca seriedad que en el EIA no se perfila la aceptación de la presencia de acuíferos, contrariamente lo que Yanacocha admitía y sostenía siempre desde el año 1992, para toda la región de Cajamarca. Para los especialistas y campesinos está demostrado que el área es una zona de recarga e infiltración que es generadora de los acuíferos que además se prueba con la presencia de innumerables manantiales.

Leído con detenimiento en el EIA no existe información acerca de las interconexiones de las aguas subterráneas y los manantiales ni del volumen de escorrentía. Entonces, ¿como han podido calcular y afirmar el volumen del agua en los cuatro nuevos reservorios artificiales, que pretenden construir en reemplazo de las lagunas naturales?, porque se basan en aguas de lluvias. Es algo francamente increíble, inaceptable, antitécnico y nada científico.

Describen a las lagunas como seres muertos, descolgados “en el aire”, aislados, sin relación con su entorno natural y dentro del frágil ecosistema de la zona. Sin embargo, este es un ecosistema fuerte, estable que ha sobrevivido millones de años. En otras palabras, toman a las lagunas como algo que no merece ser conservado.

Los acuíferos de la zona están compuestos por bofedales y humedales con permanente humedad. Los bofedales se forman en zonas como los de los macizos andinos sobre los 3800 metros de altura, en donde las planicies almacenan aguas provenientes de precipitaciones pluviales, y principalmente de afloramientos superficiales de aguas subterráneas. Un humedal es una zona de tierras, generalmente planas, en la que la superficie se inunda permanente o intermitentemente.

La formación principal del humedal, aparte de ser un gran ecosistema y un importante hábitat para muchos seres vivos, es que actúan como filtradores naturales de agua. Esto se debe a que las plantas hidrófitas, debido a sus tejidos, almacenan y liberan agua y de esta forma hacen el proceso de filtración. Evitentemente,la conservación de las lagunas y humedales es vital para los campesinos de la cuenca alta, media y baja, dado que les dotan del agua suficiente durante la época de la sequia.

En resumen, las lagunas existentes son parte importante de la recarga de los acuíferos y estos alimentan permanentemente el flujo base de manantiales, ríos y quebradas. Destruirlas pondría en peligro inminente al futuro de aproximadamente 60 000 campesinos que habitan en la zona desde tiempos remotos en el área de influencia de Minas Conga.

Situación actual del cerro Quilish

Durante la última visita -organizado por el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca- al cerro Quilish el día domingo 11 de setiembre se verificó in situ

Una vez más la contaminación y escasez de agua. Esta situación ya era un hecho público hace años.

Se constató que al comienzo del río Grande se encontraban cuatro grandes tuberías de plástico de Yanacocha, donde bombeaban aguas recicladas, tratadas y contaminadas. En todo el río Grande, en aguas más abajo se juntan estas aguas con otros afluentes, tanto en la parte alta, como cuando durante todo su recorrido se mezclan. Sin embargo, estas ya no son aguas crudas ni limpias cuando son captadas por la planta de tratamiento de agua potable “El Milagro” (sic). Esta planta no está en capacidad de detectar a tiempo la presencia de metales pesados, porque apenas realiza una sola muestra de análisis de agua al mes, absolutamente insuficiente para la ciudad de Cajamarca.

La terrible escasez de agua que sufre la población en Cajamarca para nadie ya no es un secreto. ¿Cuántos litros de agua/día consumen en la actualidad un cajamarquino? Para una población de aproximadamente 250 000 habitantes estaríamos hablando de algo mas de 50 litros/día[17]. Estos son niveles africanos, porque la FAO exige de por lo menos un consumo mínimo de 40 litros/día. Apenas son cuatro baldes de agua.

Propuesta

Por todo lo expuesto, exigimos la prohibición inmediata de cualquier actividad extractiva en las cabeceras de cuenca y por tanto una iniciativa legal del nuevo Congreso de la República en promulgar una ley de protección e intangibilidad.

Cajamarca, 1 de octubre del 2011

M.S.c. Ing. Reinhard Seifert

Asesor técnico Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca

C.E. 278095

Del Comercio 464 – Cajamarca-Perú

Cél.: 954 189 418


[1] Un acuífero es un colchón de agua, una esponja de agua, un almacén que tiene la capacidad de carga y recarga en la época de las lluvias. En Cajamarca es de formación rocosa de origen volcánico y existen manantiales que aportan con 10L/s durante la sequia. Yanacocha reconoce al acuífero: Regionalmente, la hidrogeología está gobernada por la presencia de un acuífero volcánico, que alimenta con aguas subterráneas a lagunas, pantanos y quebradas y que origina la presencia(sic) de manantiales de hasta 10L/s de caudal durante el estiaje.EIA Yanacocha,(1992:pp.3).

[2] Perfil técnico para la declaratoria del área de conservación municipal de los Baños del Inca en las microcuencas de los ríos Quinuario, Mashcón y Grande, (2006:pp.27).

[3] Yanacocha: Gestión de los recursos hídricos en las cuencas con localización minera, (2007:pp.16).

[4] Consultar el concepto científico y las pruebas científicas acerca de la contaminación de las aguas al documento: contaminación de las aguas y otros casos –desde 1994 hasta la fecha – provocado por la empresa transnacional Newmont Mining Corporation (Yanacocha) –Cajamarca/Perú, Seifert (2006, p.10) y Yanacocha, ¿el sueño dorado?, tomo I, (2003, p. 210).

[5] En setiembre del año 2004, demostramos como en base a un trabajo planificado, organizado y conjunto, logramos unir campo y ciudad para evitar que se explote el cerro Quilish a pesar de que minera Yanacocha utilizó su poder local, nacional e internacional para evitarlo; fue la generosa participación de la población que nos permitió triunfar en esta histórica lucha, no olvidemos que Cajamarca fue el único pueblo en el mundo que hizo retroceder a la compañía norteamericano Newmont.Salas,(2010:pp.4).

[6] El 7 de agosto de 1993 se produce la primera onza de oro en Yanacocha.

[7] Lineamientos para un sistema integral de monitoreo de aguas, Gobierno Regional de Cajamarca (2007:pp.24) y consultar EIA Yanacocha Oeste, Volumen III (2006:pp.1317-1329).

[8] El cerro Quilish produce en promedio anual alrededor de 450 litros/segundo, o sea que es más del doble del consumo de la ciudad de Cajamarca (aproximadamente 200L/s) y consultar Ordenanza Municipal MPC-0122/2000.

[9] A esto contribuye también el trabajo minero de las perforaciones diamantinas a más de 1800 metros de profundidad, que succionan y bombardean el agua. Resultado concreto: se secan las venas de las aguas subterráneas. Además las plataformas para las perforaciones no cuentan con protección para minimizar la contaminación del suelo y el agua subterránea, causado por los fluidos de perforación o hidrocarburos.

[10] INGETEC S.A. (2003:pp.6-22).

[11] Evento sucedido con mercurio el día 11-09-2002, comunicado Yanacocha 16-09-2002.

[12] Un tema recurrente en las entrevistas realizadas con campesinos afectados por la MYSA es la reducción en la cantidad de agua que fluye en los arroyos y canales que provienen del terreno de la mina. Muchos entrevistados hablaban de tal reducido flujo de agua, con el flujo reducido constantemente o esporádicamente y las privaciones creadas en consecuencia ……………………………..La MYSA tiene permiso para retirar 0.65 litros de agua por segundo de la laguna Plateros, y a 0.20 litros por segundo de la laguna Yanacocha. En agosto 1994 Leonard Harris, entonces gerente general de la MYSA escribió al Ministerio en apoyo de la aplicación de la MYSA para aumentar su cuota de usa para las aguas de la laguna Yanacocha de 0.15 a 0.20 litros por segundo…………………………………..La aplicación informa que la descarga natural de la laguna Yanacocha es de 0.30 litros por segundo, de los cuales la MYSA pidió y recibió permiso para usar 0.20 litros por segundo, o dos tercios del total. No es difícil de ver porqué las comunidades de campesinos abajo se han quejado de un reducido suministro de agua. Un informe sobre los impactos medioambientales, sociales y culturales de Minera Yanacocha S.R.L. (1999:pp.4).

[13] Hecho reconocido por SEDACAJ (empresa de agua potable), comunicado 10-12-2002.

[14] Caudales de las corrientes: En concepto del equipo de auditoria y evaluación ambiental, no son suficientemente profundos y confiables las evaluaciones disponibles sobre el impacto de las operaciones mineras en los caudales mínimos naturales de las fuentes y, mientras no se corrija esta situación, existirá como riesgo la posibilidad de que disminuyan estos caudales y que se afecte al abastecimiento a largo plazo de aéreas como el valle de Cajamarca. INGETEC S.A.(2003:pp.22)

[15] EIA Minas Conga 2010, Tomos XIII, XV y resumen ejecutivo.

[16] Esta es la más grande con un espejo de agua de más de 17 has. de un total de 65 has. de las lagunas afectadas.

[17] El poblador limeño consume 150 litros/día.

lunes, 17 de octubre de 2011

¿TACNA CONSUME AGUA SEGURA…? ¡Capitán Gotita el pueblo de Tacna le exige que responda!

La honorable Municipalidad Provincial de Tacna, bajo la sabia dirección de su burgomaestre, está proyectando invertir del erario público 20 millones de dólares para modernizar la planta obsoleta de tratamiento de agua potable que nos esta matando a poquitos con arsénico, boro y otros metales pesados. La sabiduría de nuestros técnicos sólo apunta a tratar la potabilización del agua atacando la contaminación bacteriológica; pero, ignorando la presencia de metales pesados que producen cáncer, cálculos y otras enfermedades mortales.

La web Noticias de Ciencia y Tecnología nos trae la buena nueva de una técnica BARATA para eliminar la presencia del ARSÉNICO en el agua que consumen los tacneños. Sin el dispendio de millones de millones que sabe dios a qué bolsillo irán a parar. Léase la noticia adjunta.


Tacna, 17 de octubre 2011
Edgar Bolaños Marín


Proceso barato para retirar arsénico del agua

Hay casi 100 millones de personas, en los países en vías de desarrollo, expuestas a niveles peligrosamente altos de arsénico en el agua potable de la que dependen, e imposibilitadas de pagar la compleja tecnología de purificación que se usa habitualmente en las naciones ricas para retirarlo.

Un método barato y fácil de retirar arsénico del agua, que ha sido creado y descrito recientemente por un equipo de científicos, podría resultar providencial para ese centenar de millones de personas.

El proceso ideado por el equipo de Tsanangurayi Tongesayi, de la Universidad de Monmouth, en West Long Branch, Nueva Jersey, Estados Unidos, sólo requiere dos cosas: La primera, un nutriente presente en muchos alimentos y suplementos dietéticos. La segunda, trocitos de plástico ordinario del utilizado en botellas de usar y tirar.

Hay que cortar a trocitos la botella de plástico, impregnarlos de cisteína (un aminoácido presente en suplementos dietéticos y alimentos), arrojarlos a un recipiente con agua contaminada por arsénico, y agitar bien. La cisteína del plástico actúa como un imán ante el arsénico, y así hace que éste se adhiera a los trocitos de plástico. Entonces, basta con retirar los pedazos y el agua ya está lista para ser consumida.

En pruebas de laboratorio con agua albergando 20 partes de arsénico por cada mil millones, que es una concentración del doble de lo autorizado por las normas de seguridad de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) para el agua potable de Estados Unidos, el método del plástico con cisteína ha producido agua potable con 0,2 partes de arsénico en vez de esas 20 iniciales, es decir, bien por debajo del máximo permitido por la normativa federal.

Las propias botellas de plástico que albergan agua embotellada pueden ser recicladas, una vez vacías, en un sistema barato para retirar arsénico del agua de acuíferos problemáticos. (Foto: NCYT/JMC)

La tecnología del equipo de Tongesayi es tan sencilla, que la gente sin habilidades técnicas la puede utilizar. Además, brinda la posibilidad, que se investigará más a fondo en estudios futuros, de eliminar otros metales pesados potencialmente tóxicos presentes en el agua potable de ciertos lugares.

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/2465/proceso_barato_para_retirar_arsenico_del_agua/

jueves, 1 de septiembre de 2011

¿PUEDE SER SUSTENTABLE LA MINERIA?



Por William Sacher y Alberto Acosta

“Buscamos generar una actividad minera comprometida, responsable y ética, que sea justa con el Estado, con la economía, con la comunidad, y con el ambiente. Estamos mirando al futuro, promoviendo una nueva cultura de la industria minera, que priorice el desarrollo sustentable y el fomento de la participación social, promoviendo una minería ecuatoriana ética, una minería bien hecha!” Wilson Pástor Morris, Ministro de Recursos Naturales No Renovables.
Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero 2011-2015

29 de agosto, 2011.- Para responder a las múltiples y razonadas voces que la critican, la industria minera transnacional promueve intensamente los conceptos de “minería responsable” e incluso, sin rubor alguno, de “minería sustentable”. Según voceros de esta industria, la minería a gran escala sería capaz de satisfacer las demandas actuales en minerales sin poner en peligro las necesidades de las generaciones futuras, es decir sin provocar graves trastornos ambientales y complejos impactos en las comunidades asentadas en zonas mineras y en la población en general.
Estos conceptos, fueron promovidos incansablemente por diversos gobiernos alrededor del mundo interesados en la explotación minera, desde finales de los años noventa. En esta época, grandes empresas transnacionales mineras, en el marco de la Iniciativa Minera Global (Global Mining Initiative), se asociaron para responder de esa manera a la preocupación creciente provocada por las grandes contaminaciones derivadas de la actividad minera en el mundo.

En la actualidad, el gobierno del presidente Rafael Correa retoma ese discurso. Sin ninguna capacidad para superar el modelo extractivista promueve estos conceptos, especialmente a través de su Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero 2011-2015.

El primer mandatario Rafael Correa, en uno de sus enlaces ciudadanos, en febrero del año 2009, puso a Canadá como ejemplo de minería responsable, a pesar de las múltiples críticas que enfrentan las empresas de este país en el mismo territorio canadiense y alrededor del mundo. Calificó de “exitosa” a la explotación minera canadiense, incluso para los indígenas de ese país y afirmó además que ellos podrían explicar a los indígenas ecuatorianos, que la minería es posible sin daños al medio ambiente y en beneficio de las comunidades.

Esta apreciación presidencial se plasmó en el Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero 2011-2015, publicado en agosto del 2011. Desde esta perspectiva oficial se promete generar “condiciones de desarrollo sustentable” en la actividad minera a gran escala. Se ofrece, solemnemente, una “minería bien hecha”, que se fundamenta en “una nueva cultura minera”, así como “una minería ética”, lo que se logrará empleando “prácticas metalúrgicas adecuadas y tecnologías ambientalmente amigables”. Todo esto sería posible, de conformidad con el gobierno ecuatoriano, gracias a una acción empresarial “basada en una gestión socio ambiental eficaz, que prevenga, controle y mitigue los impactos que se deriven de las labores mineras”.

Además, con el fin de demostrar preocupación por la participación del Estado en la renta minera, se habla de hacer “cumplir con el pago de tributos contemplados en la Ley, para que el Estado reinvierta en el desarrollo de los territorios”. Con todo este paquete de ofrecimientos se quiere convertir a la actividad minera en “uno de los pilares del desarrollo, económico, social y ambiental”, para que “con la distribución equitativa de sus beneficios, [esta actividad] genere nuevas zonas de desarrollo y contribuya al modelo del Buen Vivir.”

¿Es posible creer en la realización de tal proyecto? ¿Es viable una minería bien hecha que no ocasione severos impactos ambientales y sociales? ¿Realmente será el Estado el gran beneficiario de los ingresos provenientes de la explotación de minerales? ¿Será la minería metálica a gran escala que provoque el ansiado desarrollo y que se constituya en la senda para el Buen Vivir?
La realidad, la terca realidad, como veremos más adelante, contradice muchas de estas aspiraciones.

Un sinnúmero de desastres ambientales, sociales y económicos

El examen de la minería industrial de los últimos años alrededor del planeta evidencia un sinnúmero de daños y destrucciones múltiples e irreversibles de la Naturaleza. Por igual son incontables las tragedias humanas, tanto como la destrucción de las potencialidades culturales de muchos pueblos. En el ámbito económico la situación tampoco es mejor. Los países cuyas exportaciones dependen fundamentalmente de recursos minerales o petroleros son económicamente subdesarrollados.

La generalización de estos pasivos económicos y socioambientales a lo largo y ancho del planeta muestra la existencia de un modus operandi altamente destructor del sector minero transnacional. Desde este punto de vista no existe ejemplo, en ninguna parte del planeta, de una minería “sustentable”. No es de sorprenderse, puesto que por definición la explotación de recursos no renovables no puede ser sustentable. Sostener lo contrario es practicar un discurso distorsionador.

Basta ver los daños provocados por las empresas originarias de Canadá y China, que controlan el futuro de la gran minería en el Ecuador. En su país, las empresas mineras chinas se destacan por sus numerosos daños ambientales y las condiciones peligrosas de trabajo de los obreros. Por su parte, las canadienses Kinross y Iamgold, dos transnacionales propietarias de dos proyectos “estratégicos” en el Ecuador (Fruta del Norte y Quimsacocha), han sido acusadas, respectivamente, de negligencias ambientales graves y de ganancias abusivas por medio de especulación, en sus explotaciones en África.

Esta realidad confirmaría, una vez más, la validez de la “paradoja de la abundancia” y la maldición que pesaría sobre los “mendigos sentados en un banco de oro”. La literatura especializada ha detectado una variada gama de mecanismos y efectos que mantienen en el subdesarrollo a los países que se concentran casi exclusivamente en la exportación de recursos primarios. Son innumerables las patologías que genera este esquema perverso de acumulación, que se retroalimenta y potencia sobre sí mismo en círculos viciosos cada vez más perniciosos. La historia de un país primario-exportador como el Ecuador está llena de experiencias de este tipo.
Canadá: un falso ejemplo de minería

En un país como Canadá, que supuestamente cuenta con la mejor tecnología minera, el saldo socio-ambiental de la minería es catastrófico.

En este país, existen alrededor de 10.000 minas abandonadas, heredadas de 150 años de laisser-faire en el ámbito minero. Estas minas representan una amenaza permanente de contaminación de las redes hidrográficas con metales pesados y por drenaje ácido de mina. La remediación de estas minas costaría al menos 6 mil millones de dólares a los contribuyentes canadienses.

Adicionalmente, las minas activas en Canadá producen más de 650 millones de toneladas anuales de desechos, es decir sesenta veces más que la basura recogida en todas las ciudades canadienses juntas. Es más, los proyectos mineros actuales amenazan directamente la supervivencia del Bosque Boreal.

Cabe mencionar aquí las consecuencias de la actividad minera industrial sobre los numerosos pueblos indígenas en el propio Canadá. La minería ha provocado históricamente la destrucción de sus ecosistemas y por ende de sus culturas sin nunca haber pedido el consentimiento de los pueblos para realizar actividades extractivas en sus territorios.(1) Parece que la minería canadiense reproduce esta conducta a nivel internacional, por lo que ha sido criticada por las Naciones Unidas por sus impactos negativos en “la tierra, la salud, el medio vital y la forma de vida” de los pueblos indígenas alrededor del mundo.(2) Igualmente, cabe recordar que Canadá no ha firmado hasta ahora la Convención 169 de la OIT, que garantiza a los pueblos indígenas el control de su territorio y su participación en la elaboración de planes de desarrollo.

En términos económicos el aporte de la minería es marginal. La extracción minera en Canadá contribuye con menos del 1% del PIB y las empresas mineras pagan muy pocos impuestos. De todos los sectores de la economía, la minería es el que menos contribuye en términos de impuesto a la renta, mientras que el empleo minero representa apenas el 3% del empleo total.(3)

Si esto sucede en el país líder de la industria minera y en donde dicen existe una sólida institucionalidad, ¿cómo logrará el Estado ecuatoriano imponer las condiciones necesarias para llevar a cabo su “minería bien hecha”?

Megacontaminación, efectos previsibles de la megaminería en el Ecuador

La explotación minera industrial moderna implica la extracción masiva -y en un tiempo muy corto, de la mayor cantidad posible de recursos minerales; recursos que se han formado en procesos de muy larga duración, a escalas tectónicas. En la actualidad, los sitios de alta concentración mineral se van agotando, sin embargo, los elevados precios del mercado mundial permiten que la explotación minera sea rentable aún en los yacimientos en donde el mineral es escaso. Para hacer producir estos yacimientos, es necesario aplicar una minería industrial de gran escala, con uso masivo de químicos a veces sumamente tóxicos, el consumo abundante de agua y la acumulación de grandes cantidades de desechos.

A modo de ejemplo tengamos presente que para obtener una tonelada de cobre, se genera un promedio de 300 toneladas de desechos tóxicos o contaminantes, demandando entre 30 y 500 mil litros de agua, dependiendo del yacimiento.(4) En el caso del oro, las proporciones son más aberrantes: para producir un anillo de 10 gramos, se produce un promedio de 20 toneladas de desechos y el tratamiento inicial de la roca consume un promedio de 7 a 8 mil litros de agua (!).(5)

En la cordillera del Cóndor, la explotación del yacimiento de cobre de Mirador, a cargo de la empresa china CCRC-Tongguan, generará al menos 326 millones de toneladas de desechos(6): ¡el equivalente de 4 Panecillos! Esta cifra es comparable a la recolección de basura de la zona urbana de Guayaquil durante 405 años. La explotación del depósito de Fruta del Norte que contendría reservas por 11,8 millones de onzas de oro, provocaría un volumen de residuos igual de monumental, que llegaría a 384 millones de toneladas; se estima en 28 mil kilogramos de residuo por cada onza de oro, suponiendo apenas una concentración de un gramo de oro por tonelada. Una cifra comparable a la recolección de basura de la ciudad de Cuenca durante 5260 años.(7)

Este gigantismo no puede evitar la generación de impactos ambientales importantes. Los desechos mineros, al ser acumulados durante muchos años, pueden derramarse y contaminar el medio ambiente, particularmente con metales pesados o drenaje ácido de roca. Este último fenómeno ocurre cuando las aguas de lluvia, o aún el aire, entran en contacto con las rocas que han sido desplazadas desde el subsuelo hacia la superficie y acumuladas en las escombreras, en el cráter o en los diques de desechos de la mina. Generalmente, existe un alto riesgo de que se produzca una oxidación de minerales sulfurados por la lluvia o el aire húmedo, que terminan por provocar una acidificación inusual de las aguas que corren sobre estas rocas. En el Ecuador, muchos yacimientos mineros estarían particularmente expuestos a este problema porque tienen rocas sulfurosas, conocidas por generar drenaje ácido.

Este tipo de contaminación es particularmente devastadora para el agua. Son muchos los casos alrededor del planeta en los que se ha afectado la vida acuática, provocando la desaparición de especies enteras de peces. En numerosas ocasiones, el agua termina por ser inutilizable para el consumo humano o para labores de agricultura La contaminación de las fuentes provoca además de un conjunto de impactos en términos de salud pública, como enfermedades degenerativas, de la piel, etc. Esta situación es particularmente alarmante en el caso del Ecuador, en dónde el 12.5% de las zonas de páramo -zonas de formación de las fuentes de agua- está concesionado.

Estas contaminaciones del agua son aún más graves en áreas geográficas caracterizadas por altas precipitaciones y normalmente ricas en biodiversidad, como es el caso de la Cordillera del Cóndor en donde se encuentran los mega-proyectos Mirador, Fruta del Norte, y Panantza San Carlos.

En Ecuador, en síntesis, los grandes proyectos mineros amenazan con contaminar regiones de alta biodiversidad, de las más densas en biodiversidad del planeta. La explotación minera podría acelerar la inquietante pérdida de biodiversidad observada a escala mundial: se registra una caída de la abundancia de especies de alrededor del 40% entre 1970 y 2000.

En el caso de Mirador, el yacimiento se encuentra en zonas con bosques primarios y con abundante agua, con pendientes muy fuertes. En estas condiciones no se puede pasar por alto el impacto de las lluvias torrenciales que se registran en la región, que podrían desbordar las instalaciones de acumulación de los desechos mineros. La historia mundial reciente de la industria minera registra un sinnúmero de accidentes, mortales en ciertos casos, por ruptura de diques de cola, siempre con consecuencias catastróficas para los ecosistemas y la salud pública. Por lo tanto no se trata de amenazas solamente potenciales. La experiencia recomienda tomar en serio estas situaciones, que de producirse, serían grandes catástrofes ambientales y humanas.

En síntesis, en el Ecuador, todos estos riesgos de contaminación (ruptura de diques, contaminación por drenaje ácido de roca, por metales pesados, entre otros muchos más) son particularmente agudos por la elevada actividad sísmica y la frecuencia, intensidad y cantidad de lluvias. Por otra parte, estos procesos podrían ser más graves tomando en cuenta el cambio climático actual, cada vez más evidente. Todo esto debería ser motivo de enorme cuidado en el manejo de los desechos mineros a largo plazo.

Diagnosticar y prever algunos de los efectos y riesgos de la actividad minera es una tarea compleja. Para hacerlo se requiere de múltiples herramientas, por ejemplo, en el ámbito hidrometereológico y sísmico se necesitan largas series de datos.

En el Ecuador no se puede diagnosticar ni prever de manera adecuada las consecuencias de la actividad minera, particularmente en el agua, precisamente porque no existen series de datos pluviográficos o de caudales de ríos de períodos suficientemente largos en las zonas de los proyectos mineros. Esta carencia se observa claramente en el Estudio de Impacto Ambiental de Mirador, el proyecto minero más avanzado del país.

En estas condiciones, la apuesta por la minería a gran escala en el Ecuador es, por decir lo menos, una alternativa arriesgada, con consecuencias que sobrepasan probablemente los límites del territorio nacional. No nos olvidemos que en la tradicional región minera de Portovelo se extiende la contaminación hacia el sur, llegando incluso al Perú. La contaminación ambiental en esta región preocupa internacionalmente, pues afecta cada vez más a las regiones costaneras peruanas. Si esto sucede con actividades mineras que no son de gran magnitud, ¿qué podría suceder como consecuencia de la megaminería?

Amenazas sociales y económicas de la megaminería

Los mega proyectos mineros provocan una serie de macro impactos sociales y económicos, que no pueden pasarse por alto. Apuntar este tipo de actividad extractivista solo sumando cifras –muchas veces irreales- de los potenciales ingresos por exportaciones, es una de las mayores irresponsabilidades que comenten los gobiernos que alientan esta forma de extractivismo.

La implementación de la actividad minera a gran escala en regiones vírgenes implica modificaciones profundas en las sociedades, en los territorios y en las actividades económicas. Estas modificaciones no solo son causadas directamente por los proyectos mineros, sino también por las diversas mega infraestructuras energéticas y de transporte que éstos requieren. A más de la complicada transformación de la relación ser humano-Naturaleza, la megaminería destruye las bases materiales de pueblos indígenas y comunidades asentadas en las regiones donde se despliegan estos proyectos, proletarizándolos. La minería industrial trae nuevos imaginarios de consumo y modos de vida que entran en conflicto con los valores sociales de las comunidades, destruyendo fuerzas productivas auténticamente sustentables y prácticas construidas sobre las bases del Buen Vivir. Agravando la situación, en estas zonas y en las ciudades contiguas se registra un acelerado incremento del costo de la vida. Además, conlleva a una redistribución de poderes, que pasan a ser controlados en gran medida por las transnacionales, sus representantes y sus abogados, en particular.

La mega-minería provoca con frecuencia conflictos internos, y conduce por lo tanto a una redefinición irreversible de la estructura social de las comunidades existentes y sus alrededores. El problema no se produce solo durante la fase de extracción. A menudo, la presencia de empresas de exploración minera provoca estas consecuencias sociales incluso antes de que se extraiga el primer gramo de mineral. Basta ver lo que ha sucedido en la zona de Intag, en la provincia de Imbabura, a lo largo de los últimos 15 años.

La ausencia de prácticas adecuadas para llevar adelante la consulta previa a las comunidades afectadas ha sido otro motivo de permanente conflictividad. Sin embargo, este asunto no se resolverá solo con metodologías y prácticas adecuadas para realizar dicha consulta. Mientras no se respete el derecho de toda comunidad al consentimiento previo, libre e informado, como complemento fundamental de la consulta previa, no será factible construir el Buen Vivir.

Además de estos conflictos sociales, la minería a gran escala trae una serie de enfermedades provocadas por la contaminación del ambiente, a más de otros problemas sociales como el alcoholismo, el consumo de drogas, aumento en la tasa de suicidios, enfermedades sexualmente transmisibles, etc.

Alrededor del mundo, a más de la contaminación por residuos tóxicos, destrucción de ecosistemas y envenenamiento de poblaciones locales, un gran número de transnacionales mineras son acusadas de intimidación, complicidad en el asesinato de líderes opuestos a la actividad minera, financiamiento de guerras civiles, entre otras actividades ilícitas y abiertamente atentatorias contra los Derechos Humanos. Cabe recordar también que la misma Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE u OECD por sus siglas en inglés) reconoce que la corrupción se vuelve práctica corriente en numerosos países en donde se instalan las mineras transnacionales.(8)

En cuanto a los empleos creados, una gran parte de ellos son efímeros y altamente peligrosos, y su estabilidad siempre dependerá de los caprichos de los mercados internacionales. Además, la megaminería, tal como sucede con el petróleo, no es una actividad generadora de masivos puestos de trabajo. Según el Plan Nacional de Desarrollo del Sector Minero, la minería a gran escala, en caso de que se desarrollen todos los proyectos previstos, generaría apenas 10.000 nuevas plazas de trabajo. La mayoría de los empleos creados será durante la fase de construcción de las minas, la cual tiene una duración limitada de 18 meses a 3 años. En la fase de explotación, los empleos son reducidos y especializados, lo que significa que, en su mayoría, no serán cubiertos por personas provenientes de las zonas aledañas. En consecuencia, la gran minería lleva a la marginalización socio-económica de poblaciones no preparadas, especialmente mujeres y campesinos, o tradicionalmente consideradas como menos capacitadas para el trabajo minero y las actividades económicas conexas que éste genera.

Otro punto a considerar tiene que ver con los impactos a nivel de los gobiernos locales. Casi siempre son muy graves las consecuencias de la gran minería en planes de desarrollo provinciales, cantonales y parroquiales. En la medida que no tienen conocimiento ni recursos para enfrentar el huracán social, cultural y ambiental que comúnmente trae la gran minería, el impacto en los gobiernos locales (en especial infraestructura, seguridad, educación, salud, suministro de agua potable, etc.) puede ser devastador.

Con el arranque de la minería metálica a gran escala, el gobierno estima que la contribución del sector a la economía del país crecerá de manera significativa, con una inversión de alrededor de 37.000 millones de dólares en los próximos veinte años. Sin embargo, las cifras de empleo y ganancias previstas hay que asumirlas con mucho cuidado, puesto que, tanto las empresas como el Estado tienen interés en inflarlas. Por otro lado, estas empresas transnacionales son especialistas en hacer cuentas alegres que a la postre terminan por perjudicar al país que les recibe, ya lo hemos vivido con frecuencia con las empresas petroleras.

Las empresas mineras, sean grandes o pequeñas, enfrentan con mucha frecuencia acusaciones de evasión fiscal u otras formas de criminalidad económica. No nos olvidemos que las empresas transnacionales, en este caso las mineras, acostumbran domiciliarse en paraísos fiscales o paraísos judiciales como Canadá, para evadir ilimitadamente sus obligaciones fiscales y sus responsabilidades frente a las múltiples externalidades en el ámbito socio-ambiental. Las empresas Salazar Resources, Ecometals Ltd., y Mariana Resources, grandes propietarias de concesiones en Ecuador, tienen su sede en Las Islas Vírgenes Británicas, Bermuda y Guernesey respectivamente. Otras transnacionales activas en el Ecuador tienen subsidiarias con sede en Las Islas Caimán, Belice, Barbados, Aruba o Panamá. ¿En estas circunstancias, cómo logrará el gobierno ecuatoriano fiscalizar las transnacionales mineras activas en el territorio?
Es preciso recordar que normalmente las empresas destacan los “enormes” montos de reservas mineras existentes, transformados a valores monetarios. Con estas cifras, en general altamente exageradas, se quiere sensibilizar a la opinión pública a favor de la minería. Sin embargo, esta mirada resulta incompleta. A pesar de lo limitado que es este ejercicio, por la imposibilidad de cuantificar el valor de los bienes naturales o las riquezas culturales, se podría hacer un intento de “evaluación seria de los costos y beneficios de la minería. Este balance entre lo que se gasta y los beneficios, [debería] cumplir algunas condiciones mínimas, tales como incluir todos los costos y tener una mirada nacional antes que atada a la rentabilidad empresarial.

Entre los costos debemos contabilizar las pérdidas de ingreso de actividades desplazadas, especialmente la agropecuaria, y las renuncias fiscales que pueda otorgar el gobierno a las empresas mineras (exoneraciones tributarias, por ejemplo). La experiencia […] enseña que también se deben sumar los llamados costos ocultos, incorporando por ejemplo el valor económico de la contaminación. Son pérdidas económicas que no aparecen en los proyectos de las empresas ya que son transferidas a la sociedad, y usualmente las deben asumir los gobiernos municipal o nacional. También son costos los denominados “subsidios perversos”, donde los casos más comunes en América Latina se expresan en otorgar energía a precios menores, agua casi sin costo, y en infraestructura de transporte.”(9)

¿Se han presentado estas evaluaciones? Definitivamente, no, probablemente porque el asumir estos costos disminuiría notablemente la rentabilidad de las empresas y se pondría en evidencia los magros beneficios para el gobierno. Antes de abrir las puertas a este tipo de explotación, el gobierno debería “realizar un análisis costo­ beneficio a escala nacional, bajo amplias escalas de tiempo (de 50 a 100 años para la minería), y con una contabilidad en serio, incorporando los costos ocultos y todos los subsidios y transferencias sociales.”

Como hemos visto, aun con la mejor voluntad, se vuelve imposible practicar una minería responsable, sustentable o bien hecha. A su realización se oponen múltiples obstáculos que tienen que ver con el contexto internacional y con la realidad nacional. El tipo de actores transnacionales mineros presentes en el país, como lo demuestra la historia minera industrial reciente, no es motivo de tranquilidad, todo lo contrario. La minería “sustentable” aparece aquí como el “nuevo terno” del imperio de la industria minera; “todavía tiene las mismas viejas y crudas ambiciones”.(10)

Cabe señalar que la industria minera mundial no está sujeta a ningún marco legal internacional. A lo sumo ésta se compromete -siempre de manera voluntaria- a regular sus actividades a través de la firma de numerosos convenios: el Council for Responsible Mining in Ecuador (CONMIN), el ISO 26000, las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, los Principios de Ecuador, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Global Reporting Initiative, la Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (ITIE), el Código del Cianuro, entre otros. Sin embargo, el alcance de estos instrumentos es sumamente limitado. Nunca hay garantías reales para que las empresas respeten sus compromisos, en la medida que estos instrumentos no cuentan con herramientas para aplicarlos en caso de incumplimiento.

Consecuentemente, al entrar en una fase de explotación intensiva de sus recursos minerales, más que caminar hacia un desarrollo sostenido y sustentable, el Ecuador corre el riesgo de enfrentar una serie de consecuencias nefastas tanto para su economía y estabilidad política, cuanto para la protección y conservación de un medio ambiente sano, viendo amenazadas su soberanía alimentaria y energética, su salud pública y la riqueza cultural de sus diversas naciones.

La megaminería en la senda de la maldición de la abundancia

Es necesario señalar la falta de experiencia del sector minero ecuatoriano en la minería industrial. Siendo una actividad que requiere gran nivel de especialización, existe el riesgo de que el Ecuador siga actuando como país primario-exportador, al vender el mineral en bruto a los países occidentales o emergentes, sin recibir la plusvalía resultante de su transformación.
Como en el caso del petróleo, muchos países que conocieron el advenimiento de la gran minería están sujetos a la llamada “maldición de los recursos” o “la paradoja de la abundancia”. Es decir, la abundancia de recursos naturales tiende a “distorsionar la estructura y la asignación de los recursos económicos del país, redistribuye regresivamente el ingreso nacional y concentra la riqueza en pocas manos, mientras se generaliza la pobreza. Esta realidad da paso a crisis económicas recurrentes, al tiempo que consolida mentalidades “rentistas”, [y] profundiza la débil y escasa institucionalidad”.(11)

Para concluir esta rápida reflexión sobre los posibles impactos de la megaminería en Ecuador, recordemos que todas las evidencias históricas apuntan en la misma dirección: a la larga, la exportación de materias primas no renovables tiende a “desarrollar el subdesarrollo”, es decir, a profundizarlo en nuestros países. El problema radica casi exclusivamente en nuestros gobiernos y en nuestras élites, sumisos a los capitales transnacionales. Gobiernos, como el actual, son incapaces de superar la maldición del extractivismo, para dar paso a propuestas concretas que promuevan la transición de nuestra economía hacia la autodependencia, la integración nacional y la ampliación del mercado interno. Lo que demanda un uso sustentable y racional de los recursos naturales disponibles sobre la base de alianzas y consensos que conduzcan a la construcción del Buen Vivir, que definitivamente está en la dirección contraria al extractivismo minero o petrolero.-

Notas:
(1) « Aboriginal Peoples and Mining in Canada: Consultation, Participation and Prospects for Change », North-South Institute, Working Discussion Paper, enero de 2002, y Royal Commission on Aboriginal People, Restructuring the Relationship (Volume 2), 1996.
(2) Comité Para la Eliminación de la Discriminación Racial, Observaciones finales, Canadá, Naciones Unidas, CERD/C/CAN/CO/18, 25 de mayo del 2007.
(3) Handal, L., “Le soutien à l’industrie minières: Quels bénéfices pour les contribuables?”, Institut de Recherche et d’information Socio-Économique (IRIS), Montréal, Québec, Canada, abril 2010.
(4) Mudd, G., 2008, « Sustainability Reporting and Water Resources: a Preliminary Assessment of Embodied Water and Sustainable Mining », Mine Water Environ, 27:136-144.
(5) Mudd, G., 2007, « Global trends in gold mining: Towards quantifying environmental and resource sustainability? », Resources Policy, 32:42-56.
(6) Ecuacorriente S.A. – Terrambiente Co. Ltda., « Alcance al Estudio de Impacto Ambiental Ampliatorio Proyecto Mirador ».
(7) Foro Recursos Hídricos, “Agua, minería y conflictos socio-ambientales”, Camaren-CARE, Quito, 2008.
(8) Report on the application of the convention on combating bribery of foreign public officials in international business transactions and the 2009 revised recommendation on combating bribery in international business transactions, OCDE, 18 de marzo de 2011. Cabe destacar que este informe analiza el estado de situación de la corrupción por parte de intereses canadienses en el extranjero. En particular, la OCDE deplora la debilidad de las leyes canadienses para controlar estas prácticas e insta al Canadá a reforzar de manera urgente la lucha contra la corrupción de funcionarios extranjeros.
(9) Gudynas, E., « ¿Hicieron las cuentas? Los costos de la minería a cielo abierto”, 12 de agosto del 2011.
(10) Whitmore, A., 2006, “The emperors new clothes: Sustainable mining?”, Journal of Cleaner Production, 14, 309-314.
(11) Acosta, A., « La Maldición de la Abundancia », Abya-Yala, Quito, 2009.
Nota sobre los autores:
William Sacher: PhD en ciencias atmosféricas y oceánicas. Investigador del colectivo de autores académicos Recursos de África, Montreal, Canadá.
Alberto Acosta: Economista ecuatoriano. Profesor e investigador de la FLACSO-Ecuador. Profesor honorario de la universidad Ricardo Palma, Lima Ex-ministro de Energía y Minas. Ex-presidente de la Asamblea Constituyente.
Coordinación de la serie Los perversos versos de la minería: Carlos Zorrilla, William Sacher, Alberto Acosta. Responsabilidad de los textos: cada autor o autora.
—-
Fuente: Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina: http://www.conflictosmineros.net/contenidos/12-ecuador/8199-ipuede-ser-sustentable-la-mineria

Tomado de: http://servindi.org/actualidad/50339#more-50339